En los últimos meses ha aparecido una nueva forma de estafa llamada “robocalling”, que ha crecido de manera alarmante en un 300%. Su principal objetivo es vaciar las cuentas bancarias de las víctimas.

Los estafadores comienzan con una llamada en la que no dicen nada y luego cuelgan. Así pueden comprobar que el número está activo y lo agregan a una lista de posibles víctimas.

Luego usan esa lista para hacer llamadas falsas, haciéndose pasar por empresas reales.

De esta manera, convencen a la gente de que han ganado un premio o que tienen una compra pendiente para obtener sus datos personales y financieros.

La habilidad que tienen para manejar la tecnología hace que el “robocalling” sea una amenaza difícil de controlar. Las autoridades calculan que se hacen unas 20 llamadas de este tipo cada día.

La Policía alerta que los estafadores usan sistemas automáticos para hacer estas llamadas en masa, lo que hace que sea complicado rastrearlos y controlarlos.

Para protegerse, las autoridades aconsejan no contestar llamadas de números desconocidos y no dar información personal o financiera por teléfono. Es importante estar alerta a las señales de advertencia.

Los agentes están trabajando duro para rastrear a los responsables de estas estafas, pero el hecho de que las llamadas sean anónimas hace difícil identificar a quienes están detrás de ellas, según una fuente policial.

Los delincuentes hacen llamadas solo para confirmar si los números están activos.

Los especialistas sugieren que se reporten los números desconocidos a las compañías telefónicas.