Estudiantes de Ayotzinapa, en Guerrero, México, lanzaron cohetes y petardos contra la fachada del Palacio Nacional este lunes, dejando a 26 policías heridos.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México informó en un comunicado que paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas atendieron a los policías metropolitanos, de Fuerza de Tareas y de Ateneas. La mayoría de los agentes presentaban heridas en las piernas, brazos y glúteos por las esquirlas de la pirotecnia.
Los heridos, que estaban en la Plancha del Zócalo debido a la presencia de manifestantes, fueron llevados a diferentes hospitales para recibir atención médica adecuada.
Los estudiantes están protestando después de que, el jueves pasado, un tribunal en el estado de México liberara temporalmente a ocho soldados involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
El tribunal dijo que no veía motivo para mantener a los militares en prisión preventiva, a pesar de que la Guardia Nacional había advertido que había un «alto» riesgo de que se escaparan.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) piensa que la decisión de liberarlos fue injusta y parcial.
El Centro Prodh y otras organizaciones como Fundar, Talchinollan y SeraPaz, que han estado siguiendo el caso, acusan a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de «seguir defendiendo a los militares implicados en el caso Ayotzinapa y de negarse a entregar todos los documentos de sus archivos».
Las protestas por lo que pasó en Ayotzinapa han subido de tono por las elecciones del 2 de junio. Los estudiantes y familias de los desaparecidos están señalando al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de proteger a los militares implicados y de no cumplir con su promesa de resolver el caso.
El comunicado del Gobierno de la Capital dijo que después de hacer su protesta pública, la gente se fue del lugar.